El querido personaje de ‘La Promesa’ que se ha vuelto el más denostado: “Lo han echado a perder”
Ha dado algunos de los mejores momentos en la serie La Promesa, pero hoy en día, en las redes sociales, un personaje clave de la serie de La 1 de Televisión Española ha pasado a ser considerado como uno de los más malogrados. Sin embargo, en el capítulo de este miércoles, ha protagonizado una reivindicación que podría devolverle al lugar que se merece.
En la entrega de hoy del melodrama protagonizado por Ana Garcés, Arturo García Sancho y Eva Martín, entre otros artistas, los duques han llegado a La Promesa para imponer un poco de orden en la situación entre Manuel y Jimena. Los jóvenes han discutido estando a solas, cuando el aviador le ha preguntado a su esposa por qué había llamado a sus padres. Jimena ha alegado que se sentía muy sola en La Promesa, y que ni siquiera le importaba a su marido. La muchacha ha dicho que seguía luchando por su matrimonio, y Manuel solo se empeñaba en hundirlo. Sin embargo, el chico le ha repetido que no había nada por lo que luchar.
“Pídeme perdón y prométeme que nunca vas a ver a esa mujer que te tiene tan enamorado”, ha pedido Jimena. Pero Manuel ha contestado que aquello no iba a ocurrir. La esposa se ha vuelto histérica, y ha preguntado quién era aquella misteriosa chica, aunque deducía que era su amiga, Blanca Palomar. “¿Ibas a verla con tu avioncito?”, ha cuestionado Jimena, aunque Manuel le asegurase que no se trataba de ella.
“El problema es que no nos queremos, y no nos hemos querido nunca”, ha admitido Manuel, a lo que Jimena ha respondido que ella sí le amaba. “Pues yo a ti no”, ha contestado el afligido heredero de los Luján, “ni te querré nunca”. Jimena se ha vuelto a quedar sola en la habitación. ¿Será esta la conversación que termine de sacarla de sus casillas?
La paciencia de Manuel, al límite
Más tarde, Abel le ha recordado a Jimena que esperaba que confesase a Manuel la farsa sobre su embarazo, pero el médico solo ha conseguido llevarse unas cuantas amenazas a cambio. A solas con su hija, Mercedes se ha preocupado por si Abel se iba de la lengua. “Lo único que querría es que tu mentira nos separara a tu padre y a mí”, ha pensado la duquesa. No obstante, Jimena le ha asegurado que el doctor no hablaría, pues tenía él más que perder que nadie.
Los duques han alegado que su hija obró así porque todos lograron desquiciarla
En una reunión familiar posterior, los duques han intentado intervenir entre Manuel y Jimena. El chico ha relatado que entre ellos ya no había respeto ni amor, y Jimena le ha acusado de hablar por los dos. La chica ha alegado que siempre ha sido fiel a él, y había intentado formar un matrimonio feliz. Ha sido entonces cuando Manuel ha contado las veces que Jimena había puesto varias vidas en peligro, cuando incendió su habitación, o cuando secuestró a Catalina.
Los duques han alegado que su hija obró así porque todos en aquella casa lograron desquiciarla. “No recibió más que desprecios y engaños”, ha constatado Mercedes. El diálogo entre Manuel y el conde se ha ido caldeando, hasta que el señor se ha levantado del sofá, a punto de retar a un duelo al hijo de los Luján: “¿Me va a mangonear igual que a mi hija, mequetrefe?”.
Manuel ha terminado con su paciencia, y ha tirado al suelo el jarrón de cristal que tenía a su lado. “¿Qué ha dicho?”, ha ordenado a repetir al invitado. ¿Cómo saldrán de esta temperada situación?
Curro, preocupado
Por su parte, Ayala ha abordado a Martina cuando se encontraba tranquilamente leyendo, y la ha acusado directamente de intentar sabotear su salida con su madre. Martina ha intentado defender la relación de confianza que tenía con Margarita, pero Ayala le ha reconocido que la última vez tuvo que frenarle los pies para que no reprendiese a la muchacha.
“No se meta entre mi madre y yo”, ha amenazado Martina. Pero el conde ha doblado su apuesta, diciendo que no le iba a amedrentar “ninguna mocosa”. El nombre de Fernando ha salido a relucir, y Ayala no ha tenido miramientos en decir que aquel hombre no hizo nada digno de mención en su vida. “Insulte a un difunto”, ha hablado la chica irónicamente, quien ha perjurado que haría todo lo que estuviese en su mano para alejar al conde de su madre.
Más tarde, Curro ha contado a Jana la última conversación que tuvo con Martina, en la que la chica definió su relación como un espejismo. “Nos tira por un barranco, y ahora solo caemos y caemos”, ha dicho sobre la hija de Margarita, pese a los intentos de animar al chico de Jana.
La criada le ha pedido que pensase en los defectos de la chica para poder olvidar su amor, y Curro ha admitido que últimamente Martina no andaba muy centrada, también por cómo se conducía con su madre. Jana ha recordado que Martina fingió una indisposición para evitar que Margarita se marchase con el conde al cinematógrafo, y Curro ha pensado que en realidad sabía que Martina no era así.
Jana le ha recomendado a su hermano que, si tanto le molestaba, tenía que hablarlo con ella. Curro ha protestado: cada vez que se habían enfrentado habían acabado haciéndose daño, pero aun así, volvería a intentarlo. ¿Tendría más éxito el chico esta vez, o los espectadores volverán a presenciar otra lacrimógena escena de Martina, de cuyas lágrimas, los usuarios de X (antes Twitter), Youtube y otras redes sociales han comenzado a cansarse? El personaje de Martina era de los más lúcidos cuando llegó al palacio, pero la depresión por la muerte de su padre, y los altibajos en la relación con su madre y con Curro, la han convertido en un ser más melancólico y sombrío. ¿Volverá su esplendor?