Lope y Vera podrían recuperar su historia en ‘La Promesa’: todo lo que pasaría si Santos se entera
Desde que la narrativa de La Promesa avanzó unos meses hacia delante, la relación entre los personajes de Lope y Vera no ha vuelto a ser la misma. Su amor pasó a convertirse en algo más parecido a la traición desde que la sirvienta de la ficción de época de La 1 de Televisión Española se convirtiese en la novia de Santos. Pero todo ello podría cambiar a raíz del episodio de este lunes, lo que equivaldría a que sus grandes secretos podrían estar más expuestos que nunca.
En capítulos anteriores del melodrama protagonizado por Ana Garcés, Arturo García Sancho y Eva Martín, entre otros intérpretes, Lope mintió a Rómulo sobre sus moratones. El cocinero debía dinero a algún mafioso que había llegado hasta palacio para darle una buena paliza, pero defendió ante el mayordomo que simplemente se había caído tras una noche de borrachera en Luján. Vera escuchó a escondidas una conversación entre Salvador y Lope, sobre cómo el lacayo sospechaba que su amigo se había metido en un lío de los gordos.
En el episodio de hoy, Cruz estaba decidiendo qué fotografía enviaría a Manuel. La marquesa se ha decantado por una imagen en la que aparecía con Alonso, y Martina ha alabado lo bien que aparecía su tío. “¿A que sí, María Antonia?”, le ha mostrado la joven a la amiga de Cruz. La mujer se ha quedado extrañada por la pregunta, y ha intentado salir airosa de ella, restándole importancia a lo que ella pudiese opinar. A Cruz no le ha pasado desapercibida aquella incomodidad.
En ese momento, Santos ha entregado a Martina un collar de diamantes, junto a una nota del conde de Ayala. Margarita se ha emocionado al ver cómo su novio estaba poniendo todo de su parte por dejar las rencillas con su hija a un lado, pero la reacción de la muchacha era de total desconcierto.
Metales y diamantes
En el frente, Manuel ha intentado convencer a Curro de que se dejase llevar por el corazón, y no le tuviese en cuenta a Martina las cosas que no le gustaban ahora de ella. Poco después, el hermano de Paco ha reunido a los tres hombres para hablarles de la importancia del wolframio para ganar la guerra, y ha pedido a los primos que se embarcasen en su misión de ir a entregarle a los ingleses, en campo enemigo, el mapa de la mina donde podrían conseguir más metal para ganar la guerra.
Manuel se ha apuntado, sin apenas dudarlo, si aquello podría hacer que la guerra terminase. Curro no lo tenía tan claro: él prefería luchar en el frente. Pero finalmente, Manuel le ha pedido que le acompañase. ¿Se jugarán la vida en esta misión?
Martina pensaba que Ayala estaba intentando comprarla para doblegar su voluntad
En el palacio, Martina ha aprovechado uno de los retratos del fotógrafo para escribirle una carta a Curro. Así se lo ha contado a Jana, a quien también le ha enseñado el regalo de Ayala. La prima de los Luján ha comentado su sensación de que Ignacio parecía estar ocultando siempre su verdadero rostro, por lo que había pensado en devolvérselo. Jana, sin embargo, le ha comentado que el conde tenía buenas intenciones, y que no debería despreciarlo.
Cuando Ayala estaba cuidando del bonsái que le regaló a Margarita, Martina se ha acercado para agradecerle el regalo. “Me gusta ser generoso de vez en cuando”, ha explicado el noble, “de la misma manera que me gusta que sean generosos conmigo”. Martina se ha indignado al escuchar esto, pues pensaba que estaba intentando comprarla para doblegar su voluntad. La chica se ha levantado, y al decirle a Ignacio que le devolvía la joya, ha tirado sin querer el bonsái al suelo. Eso sí, lejos de disculparse, Martina se ha marchado muy aireada.
¿El regreso de Lope y Vera?
En el patio del servicio, Ricardo ha contado a todos sus compañeros sus planes para organizar un homenaje a Pía con una pequeña vigilia. Vera ha propuesto montar allí mismo un altar con flores en honor a la que fue ama de llaves. Candela ha comunicado que Petra intentaría amargarles el homenaje por todos los medios, pero el mayordomo ha dicho que lo harían de tal forma que nadie faltase a sus funciones, y el ama de llaves no pudiese objetar nada.
Cuando se ha levantado la sesión, Jana ha dicho a Vera que, igual que era mejor que Petra no se enterase de nada de todo aquello, Santos tampoco debía saberlo. Lope ha puesto la oreja a la conversación, mientras tanto. “Se llevan muy bien y se cuentan todo”, ha comentado Jana sobre el lacayo. Cuando esta se ha marchado, Vera ha visto que Lope la miraba de reojo.
Santos, sin embargo, se olía que su padre estaba organizando algo por Pía. El lacayo ha interrogado a su novia, pero Vera ha negado saber nada. La chica ha preguntado qué había podido pasar entre el padre y el hijo para que se llevasen como el perro y el gato, pero con su interrogatorio solo ha generado la rabia inexplicable del joven.
En la cocina, Lope se ha cortado la mano con un cuchillo, y Vera ha acudido a ayudarle. La sirvienta ha querido vendarle el dedo, pese a la escasa voluntad de él por hablar con su exnovia. “Me preocupas mucho, Lope”, ha comenzado a intervenir ella, quien ha confesado que sabía que no se estaba cuidando y que tenía el cuerpo lleno de heridas.
“¿Te puedes dejar ayudar, por favor?”, le ha pedido Vera al cocinero, antes de darle un beso en el dedo vendado. En ese momento, el rostro de Lope ha cambiado por completo, y entre ellos ha nacido una chispa de deseo por besarse. ¿Volverán a su historia de amor a espaldas de Santos? Si el lacayo averiguase aquella posible traición, podría desvelar muy pronto quién es realmente Vera, y podrían terminar los días de la chica como sirvienta.