Lorenzo, gran ligón de ‘La Promesa’: sería la segunda vez que “roba” una amante a Alonso

El personaje de Jana Expósito ha tentado a su suerte en el capítulo de La Promesa emitido la tarde de este viernes en La 1 de Televisión Española. La criada de la ficción de época protagonizada por Ana Garcés, Arturo García Sancho y Eva Martín, entre otros intérpretes, se ha atrevido a poner en juego su puesto, con tal de conseguir la manutención que la marquesa le dedicaba, antes de la muerte de Pía, a su hijo Dieguito.

El episodio de hoy ha comenzado justo donde terminó el anterior: con Jana obligando a Cruz a que le atendiese. La marquesa se ha escandalizado al recibir órdenes de “una fregona”, pero Jana se ha mantenido firme en su decisión de recordarle a la señora el acuerdo que tenía con doña Pía. La esposa de Alonso ha dicho que aquel trato era entre Adarre y ella, y ahora ella no estaba ni podría cumplir su parte del trato, que era trabajar por siempre en el palacio.

Jana ha mantenido que el niño se merecía que pelease por él, y Cruz ha creído que la sirvienta quería quedarse ella misma con sus cuartos. “Yo no quiero tocar su dinero”, ha aclarado Jana, pero Cruz le ha amenazado con despedirla. “Hágalo”, ha desafiado la joven, “hágalo y le contaré a todo el mundo que usted y la señora Arcos robaron el niño. ¿Quiere que haya un nuevo escándalo en La Promesa?”. Ante este chantaje, Cruz ha tenido que cerrar el pico.

Poco después, en sus aposentos, Cruz le ha comunicado a Petra que el servicio se les estaba “subiendo a las barbas”, y le ha explicado el condicionante de Jana. Aunque Petra ha reaccionado también escandalizada, Cruz ha admitido que la “menesterosa” llevaba algo de razón: prometió encargarse del niño hasta que cumpliese a mayoría de edad, y lo último que necesitaba ahora era que se hablase en Luján de la muerte en pecado de Pía, o de cómo su bebé llegó a aquel convento de monjas.

Ayala y Martina, al fin juntos

Más tarde, a Lorenzo le han dado calabazas por su atrevimiento. El capitán ha intentado invitar a María Antonia a cenar en un restaurante de carnes en Villalquino, pero la amiga de Cruz ha rechazado su propuesta. El padre adoptivo de Curro ha insistido en que le trataría como a una reina, pero ella le ha reprochado su escasa caballerosidad, y le ha recordado que enviudó hacía poco. El militar ha asumido la derrota, y le ha pedido perdón antes de marcharse.

Martina ha visto a María Fernández muy perjudicada por la muerte de Pía, y ha querido asegurarse de que la que fuera ama de llaves se había ido verdaderamente a su pueblo. “Doña Pía no está en ninguna parte”, ha terminado confesando la sirvienta, entre lágrimas, “Doña Pía se ha quitado la vida”. Martina se ha llevado la mano a la boca y ha llorado de la incredulidad.

Lorenzo ha sopesado la lástima que daba que los marqueses pasasen por un mal momento

Intentando animarla, la prima de los Luján ha aprovechado la confianza con María para comentarle que no se había sentido orgullosa por la bofetada que le dio a Ignacio, y había cedido a darle una oportunidad. Por eso, la chica ha aceptado jugar al backgammon con Ayala. Aunque la conversación entre ellos no ha sido muy fluida durante la partida, el conde ha agradecido aquel momento pacífico con ella.

La chica ha dicho que se conformaba con no hablar de nada, pues la amistad y el amor no se podían forzar. “Aprecio el esfuerzo que haces”, ha dicho Ayala, a lo que Martina le ha respondido: “Que es mucho”. La hija de Margarita ha defendido que no podían pasar del odio a la amistad en un segundo. Cuando ella ha ganado la partida, ha considerado que ya había pasado demasiado tiempo con él, y se ha marchado. ¿Ha sido una victoria o un fracaso para Ignacio?

Las pesquisas de Lorenzo

Por la noche, Lorenzo ha interrumpido la soledad de Alonso para tratar el tema por el que estaba investigando: su matrimonio. El capitán ha sopesado la lástima que daba que los marqueses pasasen por un mal momento, aunque era habitual en las parejas que llevaban mucho tiempo. El marqués ha dicho que deberían estar más unidos que nunca con Manuel en la guerra, y su cuñado le ha dejado caer que algunos hombres se consolaban con otras mujeres en momentos de crisis.

Alonso le ha preguntado cómo tenía la valentía de preguntarle si se había fijado en otra mujer, y él le ha respondido que nunca culparía a un hombre que hiciese eso. De la Mata, que sigue casado con la enferma Eugenia, ha hablado de María Antonia, y de cómo últimamente la veía con otros ojos. “¿Crees que tengo alguna posibilidad?”, ha preguntado con confianza Lorenzo a Alonso, aunque lo que en realidad quería saber era si el marqués tendría algún reparo en ello, porque era a él a quien le interesaba María Antonia.

¿Cómo reaccionará Alonso? ¿Sabrá Lorenzo que ha acertado de pleno? ¿Seguirá intentando conquistar a María Antonia para desafiar al marqués? No sería la primera vez que el capitán mantiene una alianza romántica con una invitada del palacio, y que además había tenido su historia de amor previa con Alonso, si tenemos en cuenta la aventura que vivió con la baronesa de Grazalema.